Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori
del 16 de octubre al 14 de noviembre de 2004
Teatro de la Torre - Pinamar
del 17 al 31 de enero del 2006
Centro Municipal de Artes Visuales (CEMAV) - Villa Gessel
del 1º al 14 de febrero de 2006
Una sonrisa cómplice y vertical
Si bien la incursión en el campo de lo erótico de Rebeca Guitelzon era -para mí- más conocida, las encantadoras piezas que completan esta colección que mostramos, pertenecientes a Saforcada y Lydis no dejaron de sorprenderme.
Mariette Lydis, personal y gran artista, tanto como Hemilce Saforcada, -que conocí cuando yo no levantaba tres palmos del suelo-, no sonaban en mi cabeza como aficionadas a dirigir parte de sus fantasías sexuales al papel por medio de la técnica que ambas dominaban. Y me reté a mi misma por este limitado pensamiento.
Aunque ambas pertenecían a una generación anterior a Guitelzon y que uno podría suponer menos libre en la elección de ciertas temáticas consideradas vedadas a las mujeres, ambas incurrieron en un regodeo sobre el cuerpo, que trasciende lo meramente descriptivo, apelando a una complacencia en la turgencia de las formas que erotiza el ojo y el pensamiento.
Mariette... la preocupada por los infantes preciosos, la retratista de niños de sociedad, atreviéndose al cuerpo desnudo y al abrazo.
Saforcada, cuyo aliento clásico moldea las curvas de los centros de placer... con evidente placer.
Guitelzon con su sofisticado y sutil manejo del cuerpo, donde el sexo se evidencia...
Es una suerte constatar que aún desde tiempos más hipócritas y desde épocas de comportamiento femeninos encorsetados, estas mujeres nos envían un pícaro guiño acompañado de una misteriosa y cómplice sonrisa.
Arq. María Isabel de Larrañaga
Directora Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori
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